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2002ko urrian argitaratua,
Txistulari Aldizkariko 192 alean. |
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Dad el mismo txistu a cincuenta txistularis distintos y escucharéis cincuenta maneras de emitir. Quien dice txistu dice cualquier instrumento de viento. Y es que esto de soplar dentro de un instrumento es más difícil de lo que parece. Los siguientes ejercicios pretenden ser una ayuda para mejorar nuestra calidad de emisión. Los he practicado y experimentado durante mis estudios de flauta de pico, y son perfectamente aplicables al txistu. Hay también alguna aportación personal. En realidad la mayor parte de lo que voy a exponer, no me atrevo a afirmar que todo, resulta válido para cualquier instrumento de viento. EJERCICIO 1 Se trata tan sólo de retener el aire. Voy a describir dos maneras de hacerlo. La primera nos puede servir para tomar conciencia de lo que no debemos hacer. La segunda es la que emplearemos al tocar un instrumento.
Imaginemos por ejemplo, un fuelle que abrimos hasta
llegar a su tope. Si lo mantenemos inmóvil en esta posición,
el aire ni entra ni sale. Pero a diferencia del ejemplo del globo, el
canal de salida permanece completamente abierto. Si
el aire no sale es porque ejercemos una fuerza sobre el
fuelle que le impide volver a su ser, a su, llamémosla, posición
de reposo. EJERCICIO 2 Es continuación del anterior. Una vez que hemos inspirado y estamos reteniendo el aire como hemos descrito, empezamos a hablar, o a contar, pero a diferencia de lo que sucede en el habla normal, manteniendo siempre inmóviles el tórax y el abdomen. Es bueno rememorar la imagen del fuelle inmóvil en posición abierta u otra similar mientras lo hacemos. Lo normal, al principio, es que la voz no suene igual que con la musculatura relajada, y que la tensión muscular se haya extendido al cuello. El objetivo es conseguir nuestro tono habitual de voz, o incluso más relajado. Una voz tensa al practicar este ejercicio es siempre sinónimo de cierre de cuello al tocar. Recuerdo una frase que escuché a Marijke Miessen, reputada concertista de flauta de pico: "Es como si tuviéramos el cuerpo dividido en dos. Hay que independizar muy bien los brazos, cara y cuello, que tienen que estar muy relajados, de los músculos respiratorios, que permanecen firmes y activos. " Conviene hablar durante un cierto tiempo, hasta quedarnos con poco aire. Es probable que nos cueste más mantener un tono relajado de voz cuando el aire escasee. Aplicado al instrumento significa que tendríamos dificultad en mantener la calidad del sonido en los finales de frase. EJERCICIO 3
Esta frase de la misma concertista mencionada en el ejercicio anterior ilustra bien lo que uno puede sentir al emitir de esta manera: "Cuando se sopla así en la flauta, uno está soplando pero tiene la sensación de que no sopla". Los dos siguientes ejercicios nos pueden ayudar a dominar mejor esta técnica. EJERCICIO 4 Lo vi hacer en un cursillo a Pedro Memelsdorff, otro gran concertista de flauta de pico. Lo adapto aquí al txistu. Intenta hacer lo siguiente con el txistu lo más rápido que seas capaz, pero empleando sólo el aire, sin articular ninguna de las tres notas: Se trata de soplar fuerte-suave-fuerte lo más nítido posible manteniendo estáticos el tórax y el abdomen. Coloca la mano derecha de manera que el comienzo de la palma se apoye en las costillas flotantes y los dedos en la musculatura abdominal. Repite el ejercicio intentando que la mano per-manezca inmóvil. Verás que es necesaria una tensión muscular considerable. Si quieres un "más difícil todavía" intenta lo mismo con: Antes de sentir adelante, dos afirmaciones y un consejo:
EJERCICIO 5 Este ejercicio lo he ideado a partir de una frase de Frans Brüggen, una especie de dios para los flautistas de pico, que me llamó poderosamente la atención. Puede parecer un tanto extraño pero es sencillo y resulta efectivo. La frase es la siguiente: "Es el instrumento el que sopla dentro de nosotros." Introduce el txistu en la boca, pero en vez de soplar aspira. Mientras lo haces siente el aire frío en la laringe y también cómo se dilatan el tórax y el abdomen; visualízalo como mejor te parezca. Acto seguido toca algo, pero rememorando la misma sensación y manteniendo la misma imagen. EJERCICIO 6 He publicado en esta revista dos articulas sobre articulación. Defendía n ellos la posición en "i" de la lengua. Una "i" que se se transforma en "ü" francesa al adelantar los labios para introducir el txistu n la boca. Obvié entonces algo importan-te que expongo ahora: esta "i" debe ser nasal. Pronunciarnos largamente una "i" y en un momento dado convirtámosla en nasal. Repitámoslo fijándonos en qué sucede con la lengua: comprobaremos que la parte posterior, y con ella toda la lengua se acerca un poco más al paladar. Esto va a tener como consecuencias una mayor velocidad del aire y una menor amplitud en el movimiento de la punta de la lengua al articular. Si soplamos con la lengua en esta posición oiremos el sonido del aire pasando entre la parte posterior de la lengua y el velo del paladar, que que dan entre sí a una distancia muy pequeña. Se produce en este punto una primera resistencia al paso del aire. Esta "i" nasal es la que hay que mantener en toda la tesitura del txistu. Conviene no descuidar-la incluso cuando abrimos la boca para respirar. Es muy importante que sea sólo la punta la que se mueva al articular. Si movemos toda la lengua estamos alterando constantemente la distancia lengua-paladar y con ella la claridad del aire. Ima-ginemos una manguera en funcionamiento a la cual estuviéramos estrechando la salida con los dedos de manera compulsiva. En cada estrechamiento habría un aumento en la velocidad del chorro de agua, que nunca saldría uniforme. Después de esta introducción, vayamos al ejercicio. Consiste en tocar delante de un espejo fijándonos en la zona que une el final del cuello con el comienzo de la barbilla. intentamos que no se mueva, pues todo movimiento de esta zona va acompañado de un movimiento de la lengua. Parece fácil sobre el papel, pero no lo es, requiere práctica. En general nos va a costar más cuando hay grandes saltos: Conviene aquí pensar en la "i" nasal sobre todo en la nota grave, pues es en ella donde la len-gua tiende a bajar. Creo que esto es debido a la influencia del canto: en los registros graves la lengua tiende a alejarse del paladar. Podemos comprobarlo fijándonos en la lengua mientras hacemos un glissando de muy agudo a muy grave con un sonido cualquiera. Quien también señalar que es difícil conseguir que la zona mencionada permanezca totalmente inmóvil. Intentemos, cuando menos, que lo haga lo menos posible. EJERCICIO 7 Éste se me ha ocurrido a mí, aunque todavía está sin patentar. El objetivo es tomar conciencia de cuándo cerramos el cuello. Sopla como si estuvieras apagando una vela. Escucharéis un sonido característico producido por el aire al pasar por el pequeño orificio entre los dos labios. A este sonido lo llamaré "F". Abramos
ahora la boca como para decir una "a" y espiremos ele
esta manera. Escucharemos otro sonido: el producido por el aire pasando
a través de la garganta. Es posible variar la intensidad de este sonido, podemos hacer que el sonido del aire atravesando la garganta se escuche más o menos. De hecho podemos incrementar gradual y progresivamente su intensidad, hasta que el cierre del cuello sea total, impidiendo por completo el paso del aire. Cuando hablamos de cerrar el cuello estamos hablando exactamente de esto. Prosigamos. Echemos aire de nuevo con la boca en "a" pero en esta ocasión vayamos juntado los labios en forma de "u", manteniendo siempre el sonido "H". Cuando el orificio entre los labios sea lo suficientemente pequeño, a este sonido se le superpondrá el otro. Escucharemos ahora los dos a la vez: "FH" El sonido "H" es, como ha quedado claro, característico del cuello cerrado. Cuando soplamos con el cuello abierto, el único sonido que se escucha es el del aire pasando a través de los labios. Para soplar así, aparte de intentar escuchar únicamente el sonido "F" nos puede ayudar el visualizar una llama que intentamos apagar, a la vez que sentimos la presión del aire contra los labios . Vayamos con el ejercicio en cuestión. Se trata de, partiendo del soplo con el cuello abierto, ir cerrándolo progresivamente hasta impedir por completo el paso de aire: También se puede hacer en el otro sentido: partiendo del cuello totalmente cerrado, ir abriéndolo de forma paulatina hasta escuchar tan sólo el sonido "F". Para realizar bien el ejercicio es necesario que los labios, la lengua y la mandíbula permanezcan en todo momento inmóviles. Un movimiento de cualquiera de ellos puede modificar la emisión. Y aquí tratamos de modificarla únicamente cerrando o abriendo el cuello. Una vez que sabemos realizar el ejercicio, podemos ejercitarnos en distinguir pequeñas diferencias. Me explico, es sencillo distinguir entre F y FH, pero no lo es tanto entre F y FH. Conviene saber que si ponemos el dorso de la mano cerca de los labios, notaremos que con el cuello abierto el aire es frío, y se va calentando a medida que lo cerramos. Todos los buenos profesores de instrumentos de viento insisten en la necesidad de tocar con el cuello abierto. Y caso de cerrarlo, que también se hace puntualmente cuando conviene, que sea de manera consciente, voluntaria y controlada. Este cierre controlado de cuello se empieza a aprender cuando uno tiene una técnica que le permite tocar con el cuello abierto, y no antes. En otras palabras, empezamos a introducir de manera puntual y controlada la "H" cuando somos capaces de tocar "en F" en cualquier circunstancia. Es bueno, no descubro nada, hacer notas tenidas soplando con el cuello abierto y buscando el mejor sonido de los posibles. Hay que rememorar este sonido e intentar reproducirlo no sólo en las notas largas, sino también en pasajes rápidos, con notas picadas... en todo momento, vaya. Dicho de otra manera, nuestra forma de emitir no debe verse afectada en nada por la utilización de la lengua. Es también un buen ejercicio concentrarse en obtener la mejor sonoridad en los finales de frase, pues es en ellos, cuando el aire escasea, donde más difícil se hace mantener el cuello abierto y la calidad del sonido. Partiendo del soplo con el cuello abierto e introduciendo
de manera rítmica y controlada la H, se obtiene un tipo de vibrato
que se emplea mucho en la flauta de pico. Pero éste puede ser
tema para un próximo artículo. |