El pasado 21 de junio se reunieron en Mendaro 27 jóvenes txistularis de entre diez y treinta años.
Danboligenak, organizado por los txistularis de Mendaro con Euskal Herriko Txistulari Elkartea y dirigido a los jóvenes ttunttuneros, se celebró en un gran ambiente. El buen tiempo acompañó desde muy temprano a los txistularis que vinieron a Mendaro. A pesar de que la convocatoria se extendió a todos los jóvenes txistularis de Euskal Herria, los veintisiete jóvenes que se dieron cita en esta ocasión eran guipuzcoanos; la mayoría procedentes de los pueblos de la zona de Mendaro.
Tras reunirse a las nueve y media y repartir los trabajos, a las diez partió la kalejira que anunció a los mendarotarras la presencia de los jóvenes tamborileros. Para recuperarse de la fatiga generada por el trabajo hicieron un hamaiketako en la sociedad Kilimon tras el cual fue el taller.
En el taller dirigido por la txistulari Jasone Akizu trabajaron técnicas y ritmos para tocar el tamboril. El trabajo que realizaron con el tamboril fue valorado positivamente por los participantes en el taller. Durante hora y media trataron de dominar un poco mejor los misterios del tamboril, aunque no lograron desvelar todos ellos. Cuando terminaron, los jóvenes estaban hambrientos y a las dos regresaron a comer a la sociedad Kilimon.
Por la tarde los jóvenes ttunttuneros volvieron a la calle acompañados por los txistularis de Mendaro. A las cinco tocaron los bailes de la plaza, donde también participaron los miembros del grupo de danzas Mendaroko Gazteak. A la sesión de baile le siguió el txistu-poteo, con el cual dieron por terminada la jornada.
La serie fotográfica que recuerda esta bonita experiencia fue recogida por los txistuzales que se acercaron a Mendaro.
