El tomo extraviado

Tras la conmemoración de los 90 años de la Asamblea Ordinaria de EHTE celebrada en Orduña (Bizkaia), Xabier Egiluz Isusi redacta este interesante artículo en el que extensamente relata como se gesta está celebración, junto con reflexiones y datos que conectan pasado y futuro. Igualemente subraya un hecho que tal vez haya pasado algo desapercibido pero de gran importancia: la recuperación de cierto tomo.

 

Idea de conmemorar la II Asamblea de Txistularis de 1928 en la ciudad de Orduña

A pesar que ya en el año 2003 tuvimos la oportunidad de celebrar en Orduña las bodas de diamante de la fundación de Euskal Herriko Txistulari Elkartea, y aunque pareciese lógico no repetir esta efemérides hasta no cumplirse el centenario, el hecho de coincidir este año el 23 de septiembre, su aniversario, en domingo y en número redondo el 90, el grupo Orduñako Getxa Goi txistu taldea creímos que era una bonita  oportunidad para recordar esa fecha, reuniendo a todos los txistularis de la Comarca del Nervión con fin de reforzar nuestra hermandad txistulari, y a la vez tener la oportunidad de poder contrastar opiniones y suscitar nuevos proyectos relacionados con los objetivos y fines que dieron lugar a la fundación de nuestra querida  Euskal Herriko Txistulari Elkartea.

Con esa intención, y de acuerdo al proyecto presentado por nuestro compañero y Director de Getxa Goi, Koldo Ulibarri Orueta, la maquinaria se puso en marcha con la intención de preparar un programa digno. Para ello consultamos nuestro archivo con el fin de recopilar todo tipo de material que tuviesen relación con dicha efemérides; fotografías, documentos, partituras, instrumentos de la época, etc.
Por supuesto la financiación del evento era de vital importancia. Con estos pocos mimbres en la mano, nuestra primera aldaba a tocar, fue la de EHTE.

Para ello y valiéndonos de la amistad que nos une con el pasaitarra Joxean Altuna Elizegi, tuvimos lo oportunidad el pasado 15 de junio y en su compañía, de presentar nuestro proyecto al  Sr. Presidente de la Asociación D. Iñaki Eguren, y a la vez, tener la oportunidad de poder revisar los archivos de la Asociación, con el fin de intentar localizar más información y fotografías que las que disponíamos en Orduña relacionadas con el aniversario que pretendíamos rememorar. Nuestra idea fue muy bien recibida y valorada por el Sr. Presidente, el cual tuvo la amabilidad de poner en nuestras manos todo el archivo de la Asociación, para recabar de él todo cuanto nos pudiera interesar.

Pero aparte de lo anteriormente dicho y del entusiasmo mostrado hacia nuestra propuesta, no se nos pudo garantizar otra  cosa que no fuese su presencia en representación de EHTE a los actos que pudiéramos organizar ese día.
El hecho positivo de esta visita fue la invitación que tanto Iñaki Eguren como Joxean Altuna nos hicieron para conocer “in situ” la sede de Eresbil. Visita realmente interesante. Aunque no fue menos interesante y agradable, el jugoso dialogo que mantuvimos durante la comida con el siempre discreto y fiel amigo Joxean Altuna, quien tuvo la osadía y detalle de no dejarnos correr con los gastos de la mencionada comida.

Con esta visita, habíamos dado ya el primer paso, y pese a los ánimos y las buenas palabras, la cruda realidad nos descubrió que lo que no hiciéramos nosotros, no lo iba a hacer nadie. No había más remedio que servirnos  de nosotros mismos. Así, el proyecto ideado por nuestro compañero Koldo Ulibarri fue madurando y haciéndose factible.
Dicho proyecto, ocuparía unas jornadas de cuatro días dedicadas al txistu, con temas tales como:

Una exposición fotográfica,  con  imágenes fijas y proyectadas, dando información de toda la actividad txitulari desarrollada en la Ciudad, tanto de antiguos tamborileros municipales, como de los distintos que han existido hasta nuestros días.

Una charla relacionada con las peculiaridades del txistu y su utilización.

Una  conferencia a cargo de nuestro compañero Koldo Ulibarri, filólogo, sobre la evolución de la “flauta de tres Agujeros” a través de los siglos, intercalando en la misma, distintas obras musicales relacionadas con cada una de las épocas  relacionadas.

El último día, sería el día dedicado a la confraternización de todos los txistularis de la Cuenca del Nervión, con  un acto institucional en el Santuario de Ntra. Sra. de la Antigua, recordando la celebración de la segunda Asamblea de EHTE en la ciudad de Orduña el año 1928. Un concierto en la Plaza de la ciudad, y una posterior comida de hermandad.

Con este esquema ya concretado, se empezaron a dar los pasos necesarios para hacerlo posible: Medios de financiación; preparación de cada uno de los temas; ensayos de las obras elegidas; infraestructuras; murales, cartelería;  selección de fotografías, etc. etc.

Inesperada recuperación documental y obligada reflexión

Ya en pleno proceso organizativo de las Jornadas Conmemorativas del 90 aniversario de la 2ª Asamblea Constituyente de EHTE en el año 1928 en Orduña, éste proyecto poco a poco fue dándose a conocer y convertirse en vox populi.
En este ínterin, hacia mediados del pasado mes de agosto, inesperadamente y de manera anónima, alguien que se calificó como “no orduñes, pero sí admirador de esta ciudad”, hizo llegar a mí domicilio, una recopilación encuadernada de los ocho primeros números editados de la revista Txistulari entre Marzo-Abril-1928 y Mayo-Junio-1929.
Mi primera impresión fue de sorpresa. Alguien me conocía y sabía muy bien que yo era txistulari y que me iba a hacer mucha ilusión el mencionado envío. Como realmente así fue. Pero  ¿por qué de manera anónima?

Sospecho que la acostumbrada rotación de la Sede Social de la Asociación por los distintos herrialdeak de Euskal Herria practicada hasta su definitiva radicación en Rentería, tuviera algo que ver en el extravío y hallazgo de este tomo. Es una simple hipótesis. Lo interesante del caso es, que el mencionado tomo haya aparecido.
Comprobé que el libro a pesar de tener las páginas en buenas condiciones, daba la impresión de haber sido fotocopiado más de una vez, a juzgar por el hecho de encontrarse la cubierta despegada del cuerpo del mismo.
Mi segunda sorpresa fue al comprobar que el susodicho libro tiene una pequeña y a la vez interesante historia detrás. Ya que no es la primera vez que éste haya desaparecido. Tal como lo atestigua el escrito inserto en su primera página que se reproduce a continuación.

 

Tras la sorpresa y certeza del envío, llegó la necesaria y obligada reflexión.

Este libro, aparte de la información que nos pudiera aportar para enriquecer las proyectadas Jornadas, el mismo libro en sí, construía un “auténtico tesoro histórico” a resaltar en el acto institucional programado en dichas Jornadas.

Con esa intención, le di un vistazo rápido a sus páginas y estas me engancharon.

En posterior lectura un poco más sosegada, mi atención se centró en la información que pudiera existir de la Asamblea que queríamos rememorar, y efectivamente compruebo que fue un domingo igual que hoy, 23 de septiembre del año 1928, a esta misma hora, y en este mismo lugar Sagrado, donde se reunieron en Asamblea medio centenar de animosos tamborileros de toda Euskal Herria para “ratificar” los Estatutos que un año antes habían sido aceptados en la 1ª Asamblea Fundacional de EHTE en la ermita de Arrate.

Quise saber más, y me entero que nuestra historia comenzó en Munguía (Bizkaia) un 30 de junio del año 1927, a raíz de una conversación entre tamborileros, sobre las malas condiciones en que se encontraban algunos de sus coprofesionales; la falta de repertorio musical en general; la supresión del cargo de tamborilero en algunos ayuntamientos; así como diferentes cuestiones que les afectaban.

Les preocupaba también, la preservación de las costumbres, la música y las danzas del país, las cuales siempre eran respetuosas con la moralidad pública, y en aquellos momentos estaba amenazada con los nuevos bailes modernos que se iban introduciendo en la sociedad,

De esta improvisada conversación, surgió la idea de un necesario “asociacionismo de todos los tamborileros” y la firme determinación de hacerla realidad con toda urgencia.

Al día siguiente en Bilbao, unos beneméritos tamborileros de la Villa, el Sr. Martín Elola y el orduñes Manolo Landaluze, acompañados por D. Domingo Sarabia trasmitieron a sus compañeros de profesión la sugerente idea, la cual tuvo una calurosa acogida.

Entre los mentores de este proyecto además del tamborilero orduñes D. Manuel Landaluze que a la sazón ejercía de tamborilero del Ayuntamiento de Bilbao, y de D. Martín Elola tamborilero de Begoña, se encontraban D. Domingo Sarabia, el sacerdote D. Eduardo Gorosarri, el abogado D. Sandalio Tejada, y varios tamborileros de la “ría de Bilbao”.

Estos Sres. fueron los que consideraron que el lugar más apropiado para tratar el tema de la creación de una Asociación de tamborileros sería, una ermita que estuviese en el centro del país. Y a sugerencia del guipuzcoano Sr. Elola, se acordó fuera la ermita de Arrate el lugar elegido para ello.

Tres meses más tarde, un 20 de septiembre del mismo año, 92 tamborileros de todo el país se reunieron en 1ª Asamblea en la ermita de Arrate. Asamblea que fue precedida por una solemne celebración Eucarística y un grandioso concierto dedicado a la Virgen de Arrate en el pórtico de la misma.

Acto seguido y en el mismo pórtico, se constituyó la mesa presidencial presidida por el Alcalde de Eibar Sr. Anitua y los principales mentores del proyecto, los Sres. D. Eduardo Gorosarri, D. Luis Urteaga, D. Sandalio de Tejada, D. León de Urriza, y D. José Ayarza.

Constituida la mesa, se procedió a dar lectura al “borrador” de Estatutos por los que debía regirse la pretendida Asociación. Borrador que fue aceptado por unanimidad con algunas pequeñas modificaciones.

Un año más tarde, un 23 de septiembre de 1928 aquí en Orduña, se concretaron y “ratificaron” y “aprobaron” los mencionados Estatutos.

En la reseña se advierte la circunstancia, que para decidir el lugar de celebración de esta Asamblea en Orduña, no fue a propuesta de nadie, más bien, se creía un lugar inapropiado. Pero fue la interesante oferta económica y logística que presentó el ayuntamiento de la ciudad, la que decidió el lugar de esta celebración.

Posiblemente, la apetecible oferta realizada por el ayuntamiento de Orduña, surgiría por consejo de su Secretario el Sr. José Mª Iturrino, persona muy introducida en el “mundo tamborilero” debido a su parentesco con los famosos tamborileros de Getxo D. Benito Albeniz y su hijo Daniel.

Asimismo, el hecho de encontrarse en la ciudad el suntuoso Santuario de la Antigua, es posible que con el precedente de la 1ª Asamblea de Arrate, este lugar sagrado se considerase apropiado para tratar temas de tanta importancia, como el asociacionismo; la conservación de las costumbres del país; y la preservación de la moralidad pública.

La crónica de ese día destaca, el “silencio de los tamboriles” reposando en el atrio del viejo claustro, mientras en el interior del templo las voces de sus ejecutantes entonaban a tres voces la misa de Perossi. No faltó en la celebración, una invocación al Espíritu Santo como acto previo a la Asamblea y un responso por los tamborileros fallecidos.

Finalizada la solemne misa, el Sr. Alcalde de Orduña D. Francisco Montoya que presidió la celebración, declaró abierta la Asamblea y se retiró, cediendo la presidencia de la misma a su Presidente D. Eduardo Gorosarri quien dio inicio a la misma.

Se indica que a dicha Asamblea asisten más de medio centenar de tamborileros de todo el País Vasco, y se menciona personalmente a cada uno de los participantes.

Entre ellos, parecen nombres de importantes tamborileros del momento: Los Lizaso de Renteria; los Albeniz y los Atxurra de Getxo; los Garaizabal de Sestao; los Vergara de Portugalete; los Larrinaga de Bermeo; los Onraita de Gasteiz; y como no, los orduñeses Manuel, Joaquín, Vicente, y Alfonso de Landaluze y su primo Epafrodito Landaluze, así como D. Nicasio Ibargutxi de Miravalles.

Es de significar, que a parte de los acuerdos de rango oficial y organizativo aprobados en dicha Asamblea, nuestros predecesores tuvieron la gran visión de aprobar la edición de una revista de tirada bimensual, Txistulari, como principal medio de interrelación entre los asociados.

Mediante esta publicación, la secular falta de repertorio de los tamborileros de aquella época, quedó inmediatamente solventada a través de una amplia sección musical insertada en sus páginas. Varias de estas obras musicales, fueron colaboración del compositor orduñes D. Pedro Fdez. de Aguirre.

Gracias a la revista Txistulari, el secular ostracismo y desconocimiento entre tamborileros encontró un cauce de relación directa. Sus páginas informaban cuantos asuntos tuviesen relación directa con los tamborileros: Convocatorias de plazas vacantes; concursos; crónicas y festivales; amplia sección musical; y una acertada sección de vida social, que informaba de las altas y bajas de los asociados; nacimientos; defunciones; enlaces matrimoniales; y una periódica relación nominal de los asociados con su dirección domiciliaria. En definitiva, un conocimiento cuasi personal y directo entre los asociados.

La revista Txistulari tuvo la virtud de aunar y movilizar a la gran familia de dispersos tamborileros en una misma causa común. De esta forma, el mundo del txistu tomó nueva dimensión, y rápidamente se apreció el resurgimiento del mismo con la proliferación de innumerables fiestas populares e importantes concursos de bandas, tanto municipales como particulares que habitualmente se organizaban en diferentes localidades del país.

¿No os parece sugerente el nacimiento de nuestra Asociación?

Mucho ha llovido en estos últimos noventa años, así como también, muchos y espectaculares han sido los logros alcanzados por nuestra Asociación desde entonces.. ¿No es como para sentirnos orgullosos de ello?

Como colofón quisiera significar, que el pequeño pasaje que he resumido de nuestra gran historia, la he conocido a través de las páginas de un tomo que estuvo extraviado y que era propiedad de Euskal Herriko Txistulari Elkartea, el cual ha retornado de nuevo a los anaqueles de su Archivo.

Nota.- Me consta que del archivo de la Asociación, faltan algunos tomos de los primeros años de su fundación. ¿Será posible su recuperación? ¿Volverá a repetirse quizás un caso análogo al que me ocurrió a mí?.

Imágenes de ayer y hoy